Rosas
Las flores de hierro forjado,
tienen una historia casi tan larga como la herrería misma, y tan amplia al
menos, como los hombres que las crearon y desearon. Desde simples y rústicas,
adorno del hogar del campesino, a elegantes y complejas en los palacios de
reyes y emperadores. Por igual, en la cabeza de clavillos adornados a detalle
en obras monumentales.
En
lo personal las flores de hierro, me tocan de una forma especial y profunda. Son
los primeros objetos forjados, que salieron de mis manos, así como los primeros
que vendí. Y mucho más importante que eso, son un lazo directo con mi
bisabuelo, herrero y maestro de forja, de quien se cuenta, era capaz de obtener
diminutas rosas desde una varilla metálica, con la sola ayuda de su martillo.
Sean
estas homenaje a todo aquél que camine la senda del hierro.
Rosa
forjada grande, con hoja. Terminación en pavón de cera de abejas
Rosa pequeña de acero, sin hojas, terminado en pavon vegetal
Tres pequeñas
rosas en el taller; (la de abajo a la derecha forma parte de un experimento de
pavon de oxido tipo Brown-Bess)
Rosa mediana, con hoja, color blanco y azul; se puede apreciar el detale de los sepalos forjados.
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